Me gustaría tener un ejército
de tus mejores mil seiscientos dieciséis
de tus mejores mil seiscientos dieciséis
hombres
para fusilar sus cuerpos
pero antes decirte:
¡Hey tú! ¿Qué ves?
Después te esposaría a mi lado
y compraría un revólver conmemorativo
de cualquier batalla,
con cachas de plata y municiones
equivalentes a mil seiscientos dieciséis tiros.
En seguida los haría caer
uno por uno
hasta que terminara con el último.
Esperaría dieciséis minutos
encendiendo un cigarrillo
y leyendo el primer mandamiento;
te observaría y diría:
¡Hey tú! ¿Estás triste?
Escupiría mi tiro mil seiscientos diecisiete,
rezaría por mi madre, mis poemas
y las veces que nunca estuviste sola.
para fusilar sus cuerpos
pero antes decirte:
¡Hey tú! ¿Qué ves?
Después te esposaría a mi lado
y compraría un revólver conmemorativo
de cualquier batalla,
con cachas de plata y municiones
equivalentes a mil seiscientos dieciséis tiros.
En seguida los haría caer
uno por uno
hasta que terminara con el último.
Esperaría dieciséis minutos
encendiendo un cigarrillo
y leyendo el primer mandamiento;
te observaría y diría:
¡Hey tú! ¿Estás triste?
Escupiría mi tiro mil seiscientos diecisiete,
rezaría por mi madre, mis poemas
y las veces que nunca estuviste sola.
Tomaría tembloroso el revólver
y apuntándote no a tu corazón
sino a tu entrepierna,
asesinaría tus ganas de tener
de nuevo tu ejército.
2 comentarios:
aaaah pues déjeme decirle que este me ha gustado mucho. ya te habías tardado mucho, pero mucho en publicar algo por acá... pero estuvo bueno... saludos y un beso!
Ahhh! Pastora! Muchísimas gracias por el comentario, a mí también me gustó mucho y la neta sí me tardé un buen en publicar algo, es que las vacaciones fueron de dos semanas. Voy por otros tantos del estilo a ver si te gustan. Estamos en contacto. Un beso.
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